En nuestro afán de seguir enlazando la historia de los alimentos para agregar valores y tradiciones a los mismos, hemos hecho amplia investigación acerca de las diferencias entre guiso, cazuelas y estofados.
Después de mucho buscar hemos concluido que: todo guiso puede ser hecho en un recipiente llamado "cazuela”, toda cazuela puede ser guisada o estofada, y todo estofado puede ser guisado en una cazuela.
Parece trabalenguas, ¿no? Pues sí, esa es la realidad, dependiendo el país o la región, están marcadas las diferencias. Para algunos, por ejemplo, la cazuela va al horno, para otros la cazuela es el recipiente donde se cocina y para muchos, el nombre estará dado, según los ingredientes y tiempos de cocción.
Todas son válidas y lo interesante aquí es el origen, a la que se atribuye casi tanta antigüedad como el fuego, una vez que el hombre descubre que los alimentos cocinados son más fáciles de digerir – y suponemos más gustosos- comienza la necesidad de crear el lugar donde cocinarlos.
Al principio eran piedras y tal vez, según la región, caparazones de tortugas, surgiendo la creación de el cazo : cattium en latín , en unión con el diminutivo uela da origen a cazuela . Más tarde en el tiempo viene la marmita u olla de hierro, (¿Quién no recuerda el hervor de las pócimas de los brujos medievales en una marmita de hierro de 3 patas?). Y así se fue incorporando el cobre, el bronce y toda aleación de metal que pudiera ser fundida y moldeada.
Es en el siglo XX cuando se descubre el acero inoxidable y se convierte en “el rey de la batería de cocina” por su belleza y resistencia al oxido, entrando en poco tiempo en amplia competencia con otros inventos como el teflón, la olla de presión y las ollas eléctricas de la modernidad, todas sin dejar de lado los antiguos elementos, más bien obligándolos a modernizar y tecnificar.
Cacerolas, ollas y cazos; altos, bajos, gorditos, achatados o alargados, la gran variedad actual ha permitido que cada ama de casa y cada chef pueda usar la herramienta que más le sirva a su platillo.
Lo mismo, exacto, pasa con los ingredientes, con certeza el hombre fue mezclando y probando (“ensayo y error” le dicen a esto), sumando y restando hasta llegar a las recetas ideales. Existe tanta evidencia como leyenda, de que con el paso del tiempo los guisos pasan a ser “comida de pobre” debido a que en su mayoría eran hechos con las hortalizas que podían sembrar y las carnes sobrantes de los ricos. (Carnes que a veces apenas eran huesos para dar algo de sabor). Y así, según la región surgirán los de carne vacuna, de cerdo, de gallina…o vegetarianos, no por convicción, sino por ausencia.
En medio de tanta historia no podemos olvidar que el término “comida de olla” resume y rescata otra verdad: nada mejor para el frio que una comida calentita , suculenta y bien condimentada , eso, no es de pobres ni de ricos.
Y si la haces en cazuela, en olla o en marmita , da un poco igual y será a gusto del cocinero según sus habilidades, porque por suerte, en la actualidad, a diferencia de otras épocas cortesanas, no existe ley alguna en ningún país del mundo que indique que la forma, el tamaño, la terminología o los ingredientes a usar serán más valederos que otros.
Lo importante es que tenga los alimentos y nutrientes equilibrados para una buena alimentación, además de Mucho Gusto , y esa , es la receta de ZOÎ GASTRO FRESH , donde la puedes encontrar en su versión vegetariana , con arroz y hechos en olla de aluminio.
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